martes, 1 de enero de 2008

Nueve postales de Mercurio

La NASA ya tiene en su poder nueve imágenes de Mercurio remitidas por la sonda Messenger, que el lunes circunvaló el planeta más cercano al Sol por primera vez desde hace 33 años. Sin embargo, las últimas instantáneas que han llegado fueron captadas por la sonda Messenger entre el 9 y el 13 de enero, cuando se acercaba al planeta para sobrevolarlo.

Imagen artística de la nave MESSENGER (MErcury Surface, 
Space ENviroment, GEochemistry, and Ranging = Superficie, 
Ambiente Espacial, Geoquímica y Exploración de Mercurio) 
en órbita alrededor de Mercurio. Crédito: NASA/JHUAPL/CIW

Al comienzo de la secuencia de imágenes, Mercurio es solo un brillo creciente en la oscuridad del espacio. Pero a medida que la sonda se acerca, puede verse el relieve de la superficie.

En las últimas imágenes, son visibles marcas brillantes y cráteres cerca de la línea denominada terminador, que separa la parte diurna del planeta, de la parte nocturna.

Gracias al vuelo que la sonda Messenger realizó el lunes sobre el planeta, se obtendrán secuencias de imágenes de alta resolución, que permitirán observar partes de Mercurio jamás vistas, así como regiones que fueron fotografiadas por la sonda Mariner 10 en 1974.

Los nuevos datos referidos a las zonas ya estudiadas ayudarán a los científicos a interpretar mejor las imágenes de las áreas jamás observadas antes.

La Messenger se ha convertido así en la primera nave espacial que realiza una visita de exploración a Mercurio desde los tiempos de la Guerra Fría. Durante el breve encuentro tomó imágenes y datos sobre este caluroso mundo, aunque su inserción en órbita definitiva no se producirá hasta 2011.

Mercurio, Venus, La Tierra y Marte

Mercurio es el planeta del Sistema Solar más próximo al Sol, y el más pequeño (a excepción de los planetas enanos). Forma parte de los denominados planetas interiores o rocosos. Mercurio no tiene satélites. Se conocía muy poco sobre su superficie hasta que fue enviada la sonda planetaria Mariner 10, y se hicieron observaciones con radares y radiotelescopios.

Antiguamente se pensaba que Mercurio siempre presentaba la misma cara al Sol, situación similar al caso de la Luna con la Tierra; o sea, su periodo de rotación era igual a su periodo de traslación (88 días). Sin embargo, en 1965 se mandaron pulsos de radar hacia Mercurio, con lo cual quedó definitivamente demostrado que su periodo de rotación era de 58,7 días, lo cual es 2/3 de su periodo de traslación. Esto no es coincidencia, y es una situación denominada resonancia de giro-orbital.
 
Al ser un planeta cuya órbita es interior a la de la Tierra, Mercurio periódicamente pasa delante del Sol, fenómeno que se denomina tránsito.