miércoles, 4 de marzo de 2009

Segunda Fiesta de Estrellas

3 de abril de 2009
Horario: 20:00h
Observatorio astronómico de La Rinconada.
Parque El Majuelo
LA RINCONADA
Segunda Fiesta de Estrellas



Por Jesús, Pepa, María Reyes y Paco

En el Parque del Majuelo en La Rinconada, comenzó la sesión con una breve introducción del sentido de la Astronomía y de la celebración internacional de este año.


Mientras en el exterior se empezaban a montar los diferentes equipos con los que se haría la posterior observación.


Después se proyectó el documental "Viaje a bordo de un sueño", con el que pudimos nuevamente echar a volar la imaginación. Mientras, se habían quedado fuera montando sus telescopios: Paco, Carlos, Ventura, Leo, Felipe, Rafa y otros.


Observando la ISS



Estación Espacial Internacional (ISS)

Justo al tiempo de terminar salimos todos a ver el paso de la ISS, que no fue tan espectacular como la antepasada noche, pues si en aquella brillaba con un gran resplandor, en ésta apenas era visible en el todavía azul claro del cielo. A pesar de ello, pudo verse con claridad y asombro del respetable presente.


A partir de ahí, los visitantes al Majuelo tuvieron la oportunidad de contemplar el cielo nocturno a través de telescopios, los siempre presentes prismáticos de Mari Reyes, e incluso el ordenador conectado al ocular del telescopio de Leo.


Y los jóvenes en cuestión se acercaron a mirar y exclamaban:  “¡Mira un planeta, qué chulo!...”, las expresiones fueron variadas, aunque es difícil recordarlas, el caso es que la Luna, aún de día, estaba preciosa: nos mostraba su terminador y su limbo con un fondo azul que impresionaba. No hay nada más bonito que una cara con el cielo de fondo y eso era la Luna esa tarde, la cara de un astro precioso con un fondo color azul cielo.


Ya de noche la sorpresa: familias con hijos pequeños que no permitían que sus padres pusieran el ojo en el ocular y madres que entusiasmadas decían: “esto no me lo esperaba”.

(Algún crío descubrió que el mejor telescopio para él era el de montura Dobson, ya que dada su altura y es muy fácil orientarlo, ¡simplemente tumbándose sobre el tubo y girándolo!,  ¿Verdad, Rafa?)


Más tarde, se pudo contemplar un destello del Iridium, ya de noche, y bajito, entre los pinos... Era hora pues, de sacar las viandas con las que propios e invitados celebraríamos g-astronómicamente el evento.


Y como mientras la oscuridad había ido dejando varios objetos interesantes a la vista, pues ya cada uno con su instrumento se puso a enseñar al que se acercaba preguntando: “¿y aquí qué se ve?”.  Los objetos protagonistas de la noche: La luna, la nebulosa de Orión que por la claridad que daba la anterior, no resultaba muy llamativa, Saturno y finalmente, las Pléyades, que aunque bajas, verlas por prismáticos resultan muy sorprendentes, sobre todo si -a los nuevos observadores- se les señala antes a simple vista.


En fin creo que si estos últimos se fueron contentos y dando las gracias, nosotros lo estábamos más, porque siempre pensamos que a alguno le habrá picado el gusanillo de adentrarse en el maravilloso descubrimiento del Universo. Cuando ya los visitantes se habían marchado, Pepa y Jesús, Chelo y Juan, Leo, Alejandro, Belén y yo recogimos para marcharnos, quedando allí Ventura, Paco, Carlos, Felipe, Antonio que echaron otro buen rato de observación. Chimpón.